viernes, 15 de noviembre de 2013

Doble cruce de lagos, de Bariloche a Puerto Varas y regreso

El 1 de Noviembre de 2013 partimos de Bogotá a Bariloche haciendo escala en Lima y posteriormente en Buenos Aires, luego de 17 horas de viaje llegamos al punto de partida de esta aventura. Cinco años atrás había realizado el cruce de lagos entre Puerto Varas y Bariloche por medio de una agencia de viajes y en medio de un plan turístico, que nos llevaría a recorrer la mitad final de lo que sería esta aventura y que sería la semilla para que después de dos años de práctica más o menos juiciosa de ciclo montañismo fotográfico y gastronómico - Es como mejor definiría el tipo de especialidad ciclo montañistica que practicamos - nos decidiéramos por realizar el mismo recorrido adicionándole el recorrido desde Bariloche hasta Puerto Varas por el paso Cardenal Samoré, de tal forma que al final se hiciera un circuito, esta vez totalmente en bicicleta, o por lo menos con ese objetivo. La travesía se dividió en cinco etapas, que fueron antecedidas por un día de aclimatación y alistamiento logístico.



El 2de Noviembre iniciamos el día armando las bicicletas y revisando su funcionamiento, posteriormente las probamos realizando un corto recorrido hasta el centro de Bariloche, donde en la bicicleteria BikeWay nos hicimos a unos buzos térmicos que habíamos identificado necesitaríamos ya que el clima a pesar de estar en 23 grados C en los recintos cerrados bajaba a 10C en el exterior con un fuerte viento. Además en el lugar obtuvimos información del recorrido que haríamos lo cual nos animo aun mas, pues era totalmente posible realizarlo en la forma como lo habíamos planeado. Luego de desayunar volvimos al hotel, nos alistamos para hacer una rodada un poco más extensa y aprovechar lo que quedaba de día, así que una vez listos nos decidimos por realizar el circuito chico, como es conocido, lo que se hace por la orilla del lago Nahuel Guapi en dirección al oeste  hasta llegar al hotel llao llao, donde se emprende el regreso siguiendo la carretera. Ya de regreso tomamos el camino que nos llevaría a la colonia suiza, recorrido que haríamos por vía en ripio como se le llama a las carreteras en tierra o recebo de nuestro país. Seguimos el recorrido hacia el este, en dirección a Bariloche por carretera des pavimentada y en regular estado, lo que la haría perfecta para nuestra preferencia, ya que el trafico de carros sería muy escaso, a solo 10 kms del centro de la ciudad volveríamos a encontrar el asfalto, que nos llevaría por la calle pioneros hasta el punto donde está la subida en teleférico al cerro Otto, desde este punto bajaríamos a la costa y solo 500 metros el hotel. Al final del día habíamos recorrido 55 kilómetros con un ascenso total de 600 metros. Luego a descansar, hidratarnos y alistarnos para el primer día de travesía.



 

Arrancamos el domingo tres desde el centro de Bariloche después de desayunar y comprar un par de emparedados para el camino. Nos dirigiríamos primero a la población de Dina Huapi desde donde seguiríamos la carretera inicialmente en dirección a Neuquén, pero a los pocos kilómetros tomaríamos el desvió al norte en dirección a Villa la Angostura, donde terminaría la primera etapa. Este día en total se recorrieron 90 Kms con un acumulado de ascenso de 1200 metros, que se dejaron sentir, lentamente ya que fueron columpios interminables que junto al fuerte viento provocaron que no se pudieran aprovechar las bajadas, ya que el viento fue tal que la velocidad máxima bajando era de 22 kms/h, en un punto nos detuvimos a revisar si pasaba algo con las bicicletas, pues era increíble que no necesitáramos frenar. Una vez llegamos localizamos el hostal Bajo Cero, donde luego de registrarnos y darnos una ducha salimos buscar algo para cenar, lo que sirvió para disfrutar de un atardecer bastante colorido.







Al día siguiente emprendimos una etapa que nos preocupaba bastante en la planeación ya que no había muchas poblaciones y el recorrido era en buena parte impredecible, sabíamos que serian aproximadamente 120 kms. Así que salimos muy temprano, rumbo al paso fronterizo argentino. No sin antes pasar por el punto donde se toma la carretera a San Martin de los Andes, lugar que algún día recorreremos. A esta altura ya sabíamos que los columpios nos acompañarían por toda la travesía, afortunadamente el viento ya era menos. Una vez pasamos el paso fronterizo comimos lo que pudimos y nos dispusimos a enfrentar los 17 kilómetros subiendo hasta el paso cardenal Samoré y los 39 hasta el paso fronterizo de Chile. La subida a pesar de ser bastante pendiente en algunos tramos no fue tortuosa, rápidamente llegamos al paso y desde allí 20 kilómetros bajando, donde disfrutaríamos del cambio de paisaje, ya que Chile por la incidencia de los vientos estaba mas húmedo y con la vegetación mucho mas reverdecida. En el trámite de entrada al país fuimos interrogados largamente por un oficial de inmigración, pero no por otra razón más allá de que también practicaba el ciclismo y le parecía muy interesante la vuelta que daríamos, así como nuestras novias, las bicis que habíamos llevado desde Colombia. Nos esperaban 35 kilómetros más, para llegar al hostal La Valenciana a orillas del lago Peyehue, a tres kilómetros de Entre Lagos, una pequeña población donde compraríamos algunas provisiones para la jornada y simcards para los celulares para estar en contacto con las personas que seguían nuestra aventura.












El Martes 5 de Noviembre pedaleamos en dirección sur, aprovechando la ciclo ruta junto a la carretera que nos llevaría a Puerto Octay, disfrutamos de una espectacular mañana donde pudimos ver desde varios ángulos los volcanes nevados Osorno y Puntiagudo, así como el Calbuco mientras pasábamos por la costa oeste del lago Rupanco, siempre en dirección al sur y posteriormente al Oeste hasta Puerto Octay, donde en el parque principal encontraríamos una pareja de argentinos que realizaban una travesía en bici desde San Martin de los Andes hasta Puerto Montt, pero con bicis con alforjas.  Una vez recargamos energías nos dirigimos hacia Frutillar, a donde llegamos luego de tomar un desvió de la carretera pavimentada para ir por la costanera, esta era totalmente des pavimentada. El trayecto por ripio nos tomo más tiempo del esperado y resulto ser mas dificil que seguir la carretera, tanto así que duplico los kilómetros que nos separaban de Frutillar, pero el paisaje recompenso nuestro sufrimiento. Luego de pasar brevemente por la costa de la ciudad decidimos seguir por la costanera con rumbo a Llanquihue, ciudad que compartía el nombre con el lago que recorríamos desde puerto Octay. Este recorrido, como no lo esperábamos, fue por pavimento, pero con fuertes subidas y bajadas  y por el borde del lago lo que nos preocupo un poco, pues ya estaba anocheciendo y el GPS se había quedado sin batería y Llanquihue no se veía muy turístico que dijéramos. El hambre nos estaba matando así que en el primer puesto de "completos" paramos y recargamos nuestros cuerpos. Quedábamos 6 kms y el sol empezaba a ocultarse, a si que apuramos el paso y tomamos la autopista, única ruta para llegar a nuestro destino, luego de un pequeño error a la hora de tomar la salida de la autopista cruzamos el puente y encontramos el aviso que nos localizaba a 1 km de Puerto Varas, justo en el momento en que anocheció. Esa noche descansaríamos en el hostal Casa Weisserhouse.





El miércoles amaneció con muy mal clima, la llovía intermitentemente y el cansancio acumulado hizo que tardáramos bastante en tomar la decisión de arrancar. Aprovechamos la mañana para comprar los tiquetes para el ferri de Petrohue a Peulla, lo que nos dejo un sin sabor ya que la empresa transportista hace lo posible siempre por hacerte pagar lo máximo, así fue que en primera instancia nos estaban cobrando 182 dólares por el recorrido por cada uno... afortunadamente previamente habíamos averiguado y lo mejor era en ese trayecto tomar solo la parte lacustre entre Petrohue y Peulla, para lo que tendríamos que estar en Petrohue a las 11:45 am del día siguiente, ya que era la única hora a la que salía el ferri esa día. El horario normal es a la 10:30am. A pesar de la advertencia del vendedor del boleto de que no alcanzaríamos a llegar en bicicleta desde Peulla hasta el Lago Frías, donde se hace la entrada a Argentina, a las 4:00pm, hora en que sale el ultimo ferri que pasa a Puerto Alegría; decidimos aventurarnos y enfrentar los 30kms y los 1000 metros de ascenso que nos esperaban luego de desembarcar en Peulla a la 1:45 pm. 

Resignados con el clima nos alistamos y emprendimos en recorrido que nos llevaria a Ensenada, donde pasariamos la noche en una pequeña cabaña a la orilla de la carretera. Durante el recorrido contamos con la compañia de dos perros de la región que estuvieron con nosotros por 30 kilometros, al final ya estaba pendando como hariamos con ellos el resto del viaje, pues durante el tiempo que estuvieron con nosotros no se despegaron o nos alcanzaban y descanzaban tambien cuando parabamos.





Nuestro ultimo dia de travesia fue el mas estresante de todos, teniamos que recorrer los 16 kilometros que nos separaban de Petrohue, no sin antes pasar por los saltos del Petrohue, espectacular lugar donde el rio con este nombre pasa por estrechos y saltos, donde se aprecia la furia de sus corrientes; seguir al puerto, tomar el ferri en medio del mal clima y alistarnos para la etapa contra reloj. Así que mientras el resto de turistas que realizaban el cruce de lagos por la agencia almorzaban y esperaban para ser transportados en buses hasta el Lago Frías, nosotros pedaleábamos, primero por 19 Kilómetros que resultaron ser relativamente planos, pero bajo lluvia helada y en un terreno empapado que hacía que pedalear fuera costoso, luego de pasar por la Casa Pangui, punto de control final de los Carabineros, antes de salir de Chile y subir 8 kilómetros por uno de los terrenos más pesados que hayamos pedaleado antes, debido al terreno, lluvia y frio que padecimos en ese recorrido, finalmente llegamos a la cumbre y solo nos restaban 2 kilómetros bajando, ya por el parque Nahuel Huapi hasta el punto de control de inmigración Argentino. Dos kilómetros de tortura ya que nuestros dedos estaban a punto de congelarse y el frio y humedad, junto con la velocidad de la bajada causaban mucho dolor. Finalmente llegamos, nos pusimos ropa seca y dimos por terminada la pedaleada, seguía lloviendo y después de pasar en ferri el lago frías seguirían 3 kilómetros de ripio hasta puerto Blest y desde allí, una hora en ferri hasta puerto pañuelos, desde donde nos faltarían 23 kms mas de pedaleada, los cuales no hicimos ya que era de noche, seguía lloviendo y el consejo de los locales era el de no pedalear de noche por la carretera, pues no era normal que la gente lo hiciera por lo tanto seria inesperado para el veloz trafico de carros.












Nos esperaba el hotel de donde partimos y donde habíamos dejado equipaje de calle y las cajas donde empacaríamos nuestras bicicletas, ahora dos días de descanso en Buenos Aires, al final recorrimos 440 kilómetros aproximadamente, en 6 días y con un ascenso acumulado de 5500 metros. Se cumplió el objetivo, realizar el doble cruce de lagos en bicicleta.